Ayer celebramos vuestra Fiesta de Graduación.
Fue una tarde muy emotiva en la que se os reconoció el esfuerzo, la dedicación y el compromiso con vuestro aprendizaje y vuestro crecimiento personal.
Los textos creados por vuestras compañeras y compañeros, para vuestra presentación, estaban impregnados de todo el corazón que le habéis puesto a cada momento vivido en nuestra aula.
Con nuestro corazón también os leímos, las dos tutoras, una poesía muy especial que comparto también en este espacio:
El árbol de los amigos
Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren todo el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, más otras apenas las vemos entre un paso y otro. A todas la llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza cada uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro papa y nuestra mama, nos muestra lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer con nosotros.
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.
También existen aquellos amigos por un tiempo, unas vacaciones, o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro durante el tiempo que estamos cerca.
Hablando de cerca no podemos olvidar a los amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre hoja y hoja.
El tiempo pasa el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otra permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es darnos cuenta que aquellas que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son momentos de recuerdos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.
Te deseo hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre…. Simplemente porque cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre dejan un poco de si y se llevan un poco de nosotros… Habrá de los que se llevaron mucho, pero no habrá de los que no nos dejaron nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
Jorge Luis Borges
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